Internet simétrico para un mejor rendimiento Empresarial, en dónde quiera que estés.
Darren Hogan, director de productos del grupo para conectividad y voz, habla sobre su experiencia de trabajar desde casa durante 12 meses.
Recientemente me di cuenta de que el 21 de marzo marca el aniversario de 12 meses de trabajar desde casa a tiempo completo desde que comenzó el encierro. Esto me ha dado una pausa para pensar y tiempo para reflexionar, haciendo comparaciones con cómo trabajo ahora en contraposición a cómo trabajaba en una oficina.
En la superficie, trabajar desde casa hace que las cosas sean mucho más predecibles y sencillas, menos el alboroto y el bullicio que conlleva navegar en el trabajo y entre nosotros. Pero cuanto más pensaba en las cosas, comencé a descubrir que las cosas que una vez etiqueté como «quejas» eran en realidad algo completamente diferente.
HDM-¿Me rindo?
Internet simétrico
Soy extremadamente afortunado porque tengo una habitación especialmente diseñada en mi casa que llamo mi oficina, y no tengo que reservarla para usarla, con un buen internet simétrico, mis funcionamientos pueden ser igual de buenos en mis actividades diarias. En las diversas oficinas del lugar de trabajo en las que he trabajado, puedo recordar innumerables veces esperando pacientemente fuera de una sala de reuniones a que terminara la reunión anterior debido a la sobrecarga. Aunque la cobertura y la velocidad de internet siempre fue impresionante, ya que la simetría nos hacía trabajar de manera productiva a diario.
Siempre miraríamos resueltamente a través del cristal a alguien en medio de una conversación, para inferir la indiscreción. Nos ignorarían. Decidiríamos ser contundentes después de acordar en «darle un minuto más o menos» antes de reunir el valor para abrir la puerta y pedir educadamente a los ocupantes que pudieran desalojar.
La indignación se registraría en los rostros de las 2 personas que ocupaban una sala de reuniones para 12 personas. Hemos ganado. Una pequeña victoria, pero una victoria de todos modos.
Por cierto, me prometí durante mucho tiempo que si era dueño de mi propio negocio, todas mis salas de reuniones llevarían el nombre de los villanos de Bond y tendría un Internet simétrico a toda velocidad para seguir funcionando a la manera en que hasta ahora lo hago. Es increíble lo que un buen Internet puede hacer en tu empresa.
Salas de reuniones y colegas
Puedo recordar muchas veces cuando asistí a reuniones en salas de reuniones y colegas (y yo) pasamos innumerables minutos tratando de descubrir cómo compartir la pantalla en la pantalla del televisor en la sala. Buscando en vano el control remoto buscando frenéticamente HDMI / 1/2/3 en las entradas de TV con el aplastante «no se encontró ninguna entrada» mirándonos desafiante. Y no olvidemos el antiguo concurso «HDMI vs Mac», que a menudo termina con presentaciones de PowerPoint que se envían por correo electrónico como resultado de que los adaptadores están «en mi otro bolso».
Si eso no fuera lo suficientemente malo, considere el campo minado de compartir una pantalla de una computadora portátil a un televisor en una sala de reuniones, abrir una videoconferencia, tratar de comprender de dónde debería venir el sonido, silenciar y reactivar a todos , subir el volumen de la computadora portátil, subir el volumen del televisor, finalmente hacer que el sonido funcione solo para obtener el horrible eco infinito de la fatalidad que incluso después de apagar todo en la red eléctrica, rendirse e irse a casa, todavía parece estar viniendo de «algún lugar».
Casi ninguna de estas complicaciones existe en la era del trabajo a domicilio. La entrada con un clic a las videoconferencias se ha convertido en el estándar, pero no diría que eso es el final. Si miro hacia atrás, quizás esos momentos de locura fueron la oportunidad de pensar en algo más que en el trabajo y claramente en la empresa con un poco de rendimiento mejor, contando con servicio de internet simétrico, el cuál es una velocidad increíble. Reírse a carcajadas de nuestras propias y miserables fallas al lidiar con la tecnología. Una experiencia compartida de abyecto fracaso; una anécdota confeccionada para el próximo evento social. Un regalo, no una queja.
Una de las cosas que noté que sucedía más o menos después de que comenzara el bloqueo fue la velocidad a la que se llenó mi calendario.
Estas reuniones fueron más conversaciones que “reuniones” reales y supongo que fueron los primeros esfuerzos para reservar tiempo y mantenerse en contacto.
Después de darme cuenta de que la reunión predeterminada de 1 hora (cada reunión era una hora como estándar en mi experiencia) era excesiva, con calendarios llenos rápidamente sin tiempo para lujos como el almuerzo o los descansos para relajarse, la invitación a la reunión de 30 minutos pareció emerger como un nuevo estándar. ¡Esto tuvo el efecto de convertir mi diario en lo que parecía una representación de un juego de Tetris!
De esta repentina avalancha de solicitudes de tiempo surgió la decisión personal de tratar de controlar mi día de manera más eficaz. No recuerdo haber reservado a propósito un espacio para el almuerzo de 1 hora cuando trabajaba en una oficina, simplemente me alejé del escritorio alrededor de la hora del almuerzo y me pregunté por un sándwich en algún lugar con algunos amigos.
De hecho, al dar esos pasos, conversar con colegas sobre los últimos estrenos de cine, las conversaciones más frías sobre el fútbol de fantasía se integraron en mi día. Ahora debo reservar en una hora al mediodía, de lo contrario, literalmente perderé mi almuerzo.
Requiere un elemento de planificación
De hecho, el proceso real de dejar mi escritorio en casa y hacer cualquier otra cosa requiere un elemento de planificación.
Internet Simétrico – Misma Velocidad en carga y descarga
¿Qué ha cambiado?
Los elementos de las conversaciones relacionadas con el trabajo que tuvieron lugar mientras pasaba junto al escritorio de alguien, en el ascensor o en el aparcamiento ahora se transcriben y digitalizan y se envían como un mensaje que necesita una respuesta. Es increíblemente ineficiente y me recuerda la época en que cada conversación en una oficina era un hilo de correo electrónico, en lugar de una conversación de voz. Claro todo era muy eficiente con ese internet simétrico por medio de fibra óptica, el cual era increíblemente rápido.
Curiosamente, para una llamada telefónica, mensaje instantáneo, conversación por correo electrónico o cualquier tipo de comunicación que no sea cara a cara para tener éxito, es necesario que ambas partes acuerden comunicarse.
Si hago una llamada telefónica, la otra parte debe estar de acuerdo en contestar para que hablemos. Si envío un mensaje en cualquier formato digital, la otra parte debe responder para que se realice la comunicación.
En resumen, es más fácil optar por ignorar a alguien que no está frente a ti. Si tengo una conversación cara a cara, la etiqueta social exige que me escuchen y respondan; de lo contrario, estamos siendo «groseros» el uno con el otro y eso simplemente no es cricket.
En mi opinión, si está tratando de obtener un resultado comunicándose con alguien, no hay manera más rápida y eficiente que hacer el esfuerzo de acosar a sus colegas parándose frente a ellos. Debo asegurarme de hacerlo más a menudo en el futuro cuando podamos, igual consideramos también la manera de comunicarnos a través de internet rápido y simétrico.
¡El que aparca, gana!
Estacionar un automóvil es una habilidad. Aparcar un coche en un aparcamiento con plazas insuficientes es una penitencia. Un juego de nervios y precisión. Este es un escenario típico en muchos de los roles que he tenido a lo largo de los años en diferentes aparcamientos de oficinas.
Convencerme a mí mismo de que puedo romper las leyes de la física metiendo mi auto en un espacio que claramente no es lo suficientemente amplio, tener un segundo intento porque no estaba alineado correctamente la primera vez, salir y echar otro vistazo, con la paranoia instalándose porque Estoy convencido de que todos en la oficina han dejado de trabajar para ver y grabar mi experiencia infernal en los teléfonos inteligentes a través de las ventanas.
Comenzar el día antes y más temprano para evitar el tráfico y garantizar un espacio de estacionamiento es un requisito obligatorio. Llegar a la oficina cualquier día después de las 08:00 sería un riesgo. 08:15, olvídalo. Nuestra experiencia de estacionamiento puede hacer o romper un día incluso antes de poner un pie en el vestíbulo. Y, por supuesto, no todo el mundo sigue las reglas.
El protagonista que se siente oportuno aparcar sobre las líneas, ocupando dos plazas en un aparcamiento completamente lleno, merece un lugar especial en el infierno. Pero hay otro tipo de paso en falso. Los que trabajan para otra empresa y aparcan en NUESTROS espacios. Esto da lugar a conversaciones para tomar café mientras se inspecciona el aparcamiento desde la ventana del primer piso.
«Estoy seguro de que no trabajan aquí»
«No reconozco esa placa»
«Ese es uno nuevo, no lo había visto antes»
Según el RAC, a finales de septiembre de 2020, había 38,8 millones de vehículos con licencia en Gran Bretaña, y estoy bastante seguro de que todos y cada uno de ellos consiguieron un espacio en el aparcamiento de la oficina antes que yo.
Esto ha sido eliminado de la lista de debilidades matutinas bajo llave. Mi viaje diario al trabajo es el tiempo que me lleva caminar desde la cocina hasta la oficina en casa. Aproximadamente 6 segundos. Mis viajes previos han variado en duración de alrededor de 45 minutos a 4 horas.
Tengo sentimientos encontrados acerca de que el viaje ya no es parte de mi rutina.
En el lado positivo, ahora puedo acompañar a mi hija de 6 años a la escuela y viceversa. Le doy un valor monumental a este privilegio. No durará para siempre y no puedo volver a estar con ella. Además, estoy ahorrando dinero en combustible y no pierdo tiempo siendo improductivo durante 3 horas al día al viajar a una oficina para realizar la misma función que puedo realizar con el mismo nivel de calidad desde mi oficina en casa.
Pero, por otro lado, una parte de mí pierde el viaje (volveré a leer esto en 6 meses cuando volvamos a la normalidad y concluya que me he vuelto loco en el encierro). Solía pasar el viaje pensando en el trabajo, la vida, el estrés, las presiones, cualquier cosa en realidad, tratando de darle sentido a las cosas. También pasaba el tiempo escuchando música o audiolibros.
Tengo buenos recuerdos de atravesar la M62 o M1 escuchando audiolibros como “The Phoenix Project” o Stephen Kings “IT” (44 horas y 53 minutos en caso de que se lo pregunte), absorto en la experiencia. Cancelé mi suscripción a Audible recientemente porque simplemente ya no obtenía el valor.
Lo que también me dio el viaje diario fue tiempo para descomprimirme al final del día antes de volver a entrar a la casa. Es hora de consumir y reflexionar sobre los acontecimientos del día. Es hora de volver a papá y esposo. Todo esto era parte de mi día; No lo pensé. Ahora salgo a caminar si necesito pensar en las cosas o establecer una línea al final del día entre el trabajo y la vida hogareña, lo que no se siente igual y, de una manera extraña, se siente egoísta.
El futuro del trabajo es…
Para mí personalmente … una elección. No quisiera comprometerme con 5 días a la semana en la oficina, ni haría campaña para el cierre de la «casa club» y adoptaría el trabajo remoto por completo. Más un equilibrio entre el trabajo y el hogar. Realización y productividad. Ideas e innovación. Diversión y tontería. Las herramientas que utilizo para hacer mi trabajo no están sesgadas de ninguna manera. No dictarán mi enfoque del trabajo, sino que me ayudarán a saber cómo, dónde y cuándo elijo trabajar.
Tenemos una oportunidad única en la vida de recrear nuestra propia versión del futuro del trabajo.
Debo tratar de pensar en las cosas que me he dado cuenta de que significan más para mí que solo ser productivo. Y trata de ser más tolerante y agradecido con el momento y con las personas que me rodean con las que comparto ese momento.
Por eso recomendamos internet simétrico empresarial. Con misma velocidad de carga y descarga para un rendimiento exitoso a diario, estemos en donde estemos, nuestras actividades deben continuar.
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