Contar con una solución en la nube privada es una alternativa y en muchos casos una solución. Aunque cuentes con un servidor en tu empresa, y creas que lo de la nube no va contigo, deberías tener en cuenta múltiples aspectos, sobre todo si te preocupa la seguridad.
Tener un servidor propio puede tener ventajas, principalmente porque resulta bastante económico (excepto por el gasto de la compra y su configuración inicial). Además solo tu empresa será la dueña de los datos, y como tal, la encargada de administrar la seguridad (cifrado y copias de respaldo).
Pero también puede acarrear importantes inconvenientes, que debes conocer. Veamos cuáles son los riesgos de tener un servidor en la oficina, para que evalúes si realmente sería la mejor opción.
Inconvenientes de tener un servidor en la oficina
Ninguna empresa quiere comprometer su información vital, ni sus datos sensibles. Poniéndoselos en bandeja a “piratas informáticos”, que estén al acecho, buscando vulnerabilidades en el sistema para hacerse con ellos.
Pero no desear que esto suceda, ni otorga los conocimientos, ni brinda las capacidades ni los medios necesarios para poder evitarlo. Y es que administrar un servidor, que es donde se almacenan datos empresariales de gran valía, es una gran responsabilidad.
Llegados a este punto es cuando tienes que plantearte lo siguiente:
¿realmente mi empresa está preparada para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de un servidor propio?
Te explicamos los riesgos más comunes a los que deberás enfrentarte.
En ocasiones la falta de dedicación, y el desconocimiento sobre las medidas de seguridad necesarias para mantener protegidos los datos sensibles de una empresa, puede comprometer la seguridad del servidor y poner en bandeja el robo de esa información confidencial (contraseñas, dominio, IP, datos bancarios…).
Algunos ejemplos de estas medidas serían la instalación de parches de seguridad, firewalls, bug fixes o corrección de errores, configuración de claves seguras, etc.
Si los servicios de red que se seleccionen son inseguros (como por ejemplo FTP o Telnet), clasificando así a aquellos que no exigen nombres y contraseñas encriptadas, será relativamente sencillo para los hackers hacerse con esa información, monitorizando al usuario que accede remotamente al servidor y ese servicio de red.
También puede ocurrir que un hacker redirija el tráfico de la red insegura hacia su servidor o máquina, desviándolo del servidor de destino. De tal manera que cuando una persona accede a su servidor usando ese protocolo de red, automáticamente es conducido, sin darse cuenta, al lugar donde quiere el pirata informático, que podrá robar sin problemas toda la información confidencial.
Con el paso del tiempo los dispositivos electrónicos se van quedando obsoletos y requieren de actualizaciones. Lo mismo ocurre con los servidores, y es algo que no se suele tener presente.
No invertir parte del presupuesto en mantener actualizado y con un correcto funcionamiento tanto el software (sistema operativo, aplicaciones, parches, copias de seguridad) como el hardware (discos duros, cpu, memoria…) de tu servidor, lo hará vulnerable, y se abrirán brechas por las que se podrían producir ataques maliciosos (hackers o virus).
Los servidores propios no tienen un data center donde alojarse con vigilancia 24 horas los siete días de la semana, ni sistemas eléctricos de alimentación ininterrumpida, ni fuentes redundantes, etc., así que cualquier caída del servidor por un fallo eléctrico, de software o hardware, dejaría a la empresa incomunicada hasta solucionar el problema o la avería.
Ahora que dispones de una valiosa información y sabes cuáles son los riesgos de tener un servidor en la oficina, es el momento de valorar si crees que puede compensarte. Y si en tu empresa hay personal capacitado para administrarlo con eficacia, o, por el contrario, te traerá complicaciones.
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